La Orden Honor al Mérito, también conocida como Orden de Merito, es una de las condecoraciones más interesantes en el inventario nacional. Tanto Simón Planas como Pérez Tenreiro, dos de los escasísimos biógrafos de condecoraciones nacionales, le atribuyen a Páez su institución el 29 de Agosto de 1861, fecha que además viene grabada en su venera.
Hablar de esta orden es entrar necesariamente en un plano especulativo pues el decreto de su creación o bien nunca existió o quedo perdido en los anales de la historia, desconociéndose entonces los motivos, características y demás detalles de la Orden. A este hecho fáctico se le suma un segundo elemento y que ha servido para poder en duda su existencia misma y es que aparte de no haber registros sobre su creación tampoco hay ningún acto administrativo registrado sobre algún otorgamiento emanados por Páez o por el Congreso de la época frente a tontos otros actos administrativos de ambos poderes en este periodo. A pesar de ello, trataremos de reunir toda la información disponible como insumo de análisis, más para la libre interpretación, que para la historia.
Un origen incierto y las dudas sobre su existencia
El primer elemento de análisis vendría a cuestionar la fecha atribuida de su creación, pues sería precisamente el 29 de Agosto de 1861 la fecha en que se consuma el derrocamiento de Pedro Gual por las fuerzas de Páez y es absolutamente probable, por no decir que seguro, que la fecha en la venera es obviamente la fecha conmemorativa de la acción que Páez quiso perpetuar y no la fecha de creación de la orden, ratifica este elemento el hecho de que no fue sino hasta el 10 de Septiembre que Páez de ese mismo anos que publicaría su primer decreto como Jefe supremo de la Republica en donde se autoproclamaba como encargado del poder ejecutivo, en consecuencia partimos refutando uno de los pocos elementos que se daban por cierto sobre esta condecoración, información que además estaba reconocida como tal como en la publicación “Crónica de todas las Órdenes e Insignias de Honor de Caballería instituidas por Soberanos y Regentes” publicada en Alemania en 1870 por H. Schulze y donde efectivamente se da por creada en la mencionada fecha.
Tal era la ausencia de información en los archivos públicos que por vario años incluso se especuló sobre si la Orden llego a existir del todo, resultando muy verisímil la hipótesis de que corrió con la misma suerte de la moneda de 10 reales.
En 1863 Páez ordenó acuñar en la Casa de la Moneda de París unas monedas de plata con el valor nominal de 10 reales con su efigie y la inscripción “Ciudadano Esclarecido” en su anverso, pero entre que se ejecutaba el encargo la guerra federal llegaba a su fin y tras la firma del tratado de Coche Páez terminaría su presidencia saliendo por última vez al exilio, así pues al arribar las monedas en cuestión a la Guaira fueron inmediatamente devueltas por el gobierno de Juan Crisóstomo Falcón para su fundición, convirtiéndose así en una de las rarezas numismáticas nacionales más codiciadas.
Establecer una relación entre la suerte de estas monedas y la condecoración es difícil, pero en rigor no resultaría tan extraño que las condecoraciones efectivamente se encargaran y su otorgamiento se viera frustrado por las vicisitudes y coyunturas de la época.
A pesar de los plausible de esta posibilidad, es un hecho factico de que se llegaron a producir y pese a la ausencia de registros venezolanos sobre su concesión si hay algunas referencias extrajeras de algunos agraciados que mencionaban poseerla y que cuyo recuento se hace al final. El tema es que esto también resulta poco fidedigno pues era una práctica un tanto común inventar concesiones de gobiernos lejanos cuya veracidad era imposible de verificar en la época. Esta posibilidad quedaría un tanto zanjada en el 2015 cuando salió a subasta una patente de porte (1) de la orden expedida por Napoleón en 1864 a favor de un ciudadano francés de nombre Edouard Dentu, la expedición de este documento tendría por ley que corroborar previamente la autenticidad de la concesión para poder así autorizar el porte legal de esta a alguno de sus ciudadanos, certificando entonces aunque sea indirectamente, que la condecoración existió y se entregó.
Caracteristicas de la Condecoracion
Las esplendidas piezas que han circulado en subastas, casas especializadas y colecciones particulares son todas de refinada factura identificándose al menos 2 fabricantes franceses, la legendaria casa parisina de Halley cuyo nombre se encuentran al reverso de algunas de las placas u otro fabricante también francés por la presencia del punzón de la cabeza de jabalí (tête de sanglier) marca francesa que certifica la plata de ley y que se puede observar estampado en algunas partes de las piezas.
Sobre las clases, hay un consenso general sobre que serían 3: Gran Cordón (banda terciada) con placa o cruz; Gran Oficial (venera al cuello) y finalmente Caballero (pendiente de cinta y al pecho) no obstante ello existen de dos versiones sobre esta última, con y sin roseta en la cinta, creando una duda sobre si pudiese existir una clase adicional o si esta sería la presentación de la venera para la segunda clase, lo que resultaría poco común para la práctica en la materia.
La venera es una corona de laureles circular sobre la que descansa una estrella de 6 puntas en esmalte blanco con esferas doradas en sus terminaciones, al centro de la estrella una placa redonda en oro con el escudo nacional sobre un campo liso y rodeándolo una faja en esmalte azul y letras doras con la inscripción “Republica de Venezuela”. De igual característica es el reverso, pero con la inscripción en su faja “Honor al Mérito” rodeando a la frase a 3 líneas y en relieve: “24 – AGOSTO – 1861” en letras doradas y en relieve sobre campo esmaltado en blanco o dorado dependiendo de la versión.
Del inventario de piezas conocidas, existen dos modelos para la placa con pequeñas diferencias en el diseño del escudo y diferente fuente de letra utilizada, para ambos casos la estrella de 6 puntas está hecha en oro colocada sobre una placa de plata de ley con rayos compuesto por símiles de brillantes similar a la posterior primera clase de la Orden del Libertador, ambos tipos de estrellas tienes un tamaño aproximado de 73 mm x 82 mm.
La venera que pende de la corona de Laurel y que pudo haber sido la presentación de la primera y/o segunda clase, tiene 55 mm de diámetro y tanto la estrella como el contorno de laureles sobre el que descansa está hecha de plata 800 y el conjunto central en oro. La versión que pende de cinta al pecho, tanto aquella con roseta como la que prescinde de ella, es un poco más pequeña que la anterior siendo su diámetro de 36 mm. Está hecha en oro 18k como lo certifica el punzón de la cabeza de águila estampado en su aro.
No se conocen partes componentes, pero es predecible que no existieran pues para la época de fabricación no solían incluirse ni rosetas, barras o miniaturas en los conjuntos fabricados por lo que tenían que encargarse de forma privada a los proveedores especializados, al respecto solo existe una miniatura conocida que extrañamente incluye una corona como elemento de sujeción a la reducción de la venera y que también se incluye en la galería (2)
Finalmente quisiéramos rescatar que la institución de esta Orden venía a llenar un vacío existente en el sistema de premiaciones nacionales. A pesar de haber sido Venezuela la primogénita del continente con la instauración de la Orden de los Libertadores de Venezuela, su natural asociación a los méritos de armas de la independencia hizo que su vigencia se circunscribiera exclusivamente a ese periodo quedando Venezuela solo con las medallas creadas y otorgadas por los mandatarios de turno incluida la Medalla de Distinción con el busto del Libertador de 1854, que aunque antecesora de la Orden del Libertador, para el momento de su creación solo venía a reemplazar medalla peruana de 1825. A diferencia de varios de sus pares nacionales encargados de la presidencia, Páez por su condición legendaria de prócer y su larga trayectoria política y militar, era miembro de varías de las grandes ordenes de la época incluyendo la Legión de Honor francesa y otras tantas de países como Reino Unido, Noruega, Suecia o México, y no es de extrañarnos que al momento de su tercer mandato sintiera la necesidad de instaurar una propia y que le permitiera cumplir con los cánones diplomáticos de la reciprocidad con una Orden digna de otros soberanos de Estado. Lamentablemente tal intensión se vio frustrada por las vicisitudes de un país inestable y con poca visión republicana y no sería hasta 1881 cuando Guzmán Blanco y probablemente inspirado en satisfacer las mismas necesidades de Páez fundara la Orden del Libertador.
Agraciados
Como se comentó anteriormente la información sobre los agraciados de esta Orden es limitadísima y al no tener ningún acto administrativo oficial de respaldo resulta imposible constatar si su concesión fue genuina. Los datos presentados a continuación, a excepción del ultimo, han sido tomado de las reseñas biográficas disponibles en internet de los supuestos agraciados:
Jean Frederie Maximilien DE WALDKCK / Grado: Oficial de la Orden /Frances (1766-1975) Miembro del Atheneum de Londres, de la Sociedad de Arqueología americana y de la Sociedad de Geografía de Paris.
Pierre-François-Felix Mahiet DE LA CHESNERAYE / Grado: Oficial de la Orden / Frances, Miembro de la Sociedad Arqueológica de Touraine.
Adolphe NOIROT / Grado: Oficial de la Orden / Frances (1833-1889) Abogado, Político y Funcionario Público Frances para el Ministerio de Guerra, de Interior y el Ministerio para Argelia. Fue Secretario de Estado de Justicia y Culto en 1883 y Agente de la Sociedad de Geografía
Jean Victor HERRAN / Grado: No indica / Frances (1803-1887) Medico, Botánico, Diplomático. Ministro Plenipotenciario y/o Consular de El Salvador, Honduras y Costa Rica en varios países de Europa.
Edouard Henri Justin DENTU / Grado: Oficial de la Orden / Frances, reconocido editor de libros
Daniel BUTTERFIELD / Grado: Gran Oficial / EEUU (1831-1901) General de la guerra civil estadounidense. Mencionado en una carta del General Páez a Pedro José Rojas fechada en febrero de 1864
Nota final: A pesar de atribuírsele a Páez su creación, no hay constancia de que este la poseyera.
(1) En la mayoría de los países portar una condecoración otorgada por un gobierno extranjero está supeditada a autorización del gobierno de donde es nacional el agraciado, en el caso francés, esta autorización (patente o licencia de porte) la otorgaba directamente el jefe de estado a través de la Cancillería de la Legión de Honor. La fecha del diploma presentado es la de la autorización y no la de la concesión.
(2) Imágenes de la colección del autor a excepción de la 4ta imagen (Emedals) y la miniatura (Ebay)